Con el objetivo de promover la participación política de las mujeres y prevenir el acoso y la violencia política por razón de género, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), a través de su Unidad de Género, lleva adelante el Curso de Fortalecimiento de Capacidades para Candidatas, en el marco de las Elecciones Generales 2025.
Esta iniciativa está dirigida a más de 300 mujeres candidatas y busca proporcionar herramientas que les permitan ejercer plenamente sus derechos políticos durante el proceso electoral para la elección de autoridades y representantes del Estado Plurinacional, previsto para el 17 de agosto.
El curso se desarrolla en ocho sesiones, del 14 al 23 de julio, organizadas en cuatro módulos que abordan temas esenciales como: la normativa de protección de derechos políticos (paridad, alternancia y equidad de género); la naturaleza del proceso electoral (etapas y actores clave); el enfoque de género en los procesos electorales (transversalización en planes y programas de gobierno, presupuestos con perspectiva de género, comunicación política con enfoque de derechos); y la prevención del acoso y la violencia política (rutas de denuncia, apoyo institucional y seguridad digital).
El programa está dirigido a mujeres candidatas de las nueve organizaciones políticas habilitadas por el TSE, incluidas agrupaciones ciudadanas, partidos políticos y organizaciones indígena originario campesinas. Al concluir el curso, se tiene previsto realizar un taller presencial de reforzamiento que reunirá a todas las participantes para consolidar los conocimientos adquiridos.
El equipo de expositoras y expositores está conformado por especialistas del Tribunal Supremo Electoral, ONU Mujeres, la Coordinadora de la Mujer y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Cabe resaltar que la democracia paritaria representa un horizonte transformador para el poder político y el sistema democrático, basado en la participación activa y efectiva de las mujeres en espacios de representación y toma de decisiones.
La inclusión de mujeres, tanto en calidad de candidatas como de autoridades electas, desafía las estructuras tradicionales de poder y contribuye a construir una democracia más inclusiva, sin exclusiones ni desigualdades.